Cuando los edificios van cumpliendo años, se plantea la necesidad de realizar obras de mayor o menor envergadura.
Es importante, pero no deja de ser un momento pesado para las comunidades.
Por eso, trabajamos con protocolos de actuación basados en tres fases fundamentales:
- Identificación clara del tipo de actuación a realizar, así como sus plazos.
- Proceso de contratación de los agentes que intervendrán en la obra. Comparativa, no solo de precios, sino también de garantías de experiencia y solvencia.
- Supervisión y control de proceso, desde el inicio hasta la liquidación, tanto en la ejecución del trabajo como en los pagos.